Uno de los grandes beneficios de invertir en inmuebles es que hay muchas maneras distintas de hacerlo. En esta entrada te compartimos tres alternativas que cualquier persona interesada en invertir puede aplicar.
La idea consiste en comprar un inmueble en malas condiciones, repararlo, remodelarlo y venderlo a un precio más alto. La ganancia estará entre el precio de venta y el precio de compra, así como en las reparaciones que hayas hecho. La clave de este método es ubicar propiedades que estén por debajo del precio de mercado y hacer reparaciones de bajo costo que aumentarán significativamente el precio del inmueble.
Esta estrategia es probablemente la primera que te viene a la cabeza cuando piensas en invertir en propiedeas. Consiste en comprar un inmueble y esperar a que su valor aumente con el tiempo gracias a la plusvalía. El principal beneficio de esta opción es que no hay ninguna prisa por vender, puedes esperar el tiempo que sea necesario hasta que llegues a un acuerdo con el que estés satisfecho. Lo importante es tener una buena visión a largo plazo para invertir en inmuebles que, dadas sus características y su ubicación, aumentaran de valor con el paso del tiempo.
Esta alternativa funciona muy bien como un colchón económico que te permitirá obtener ingresos a corto plazo y de forma constante. Puede complementarse muy bien con la estrategia anterior, ya que así tu inversión será productiva en el corto y largo plazo. Sin embargo, esta opción implica el manejo de relaciones con inquilinos, que siempre puede ser un tema delicado. Por ese motivo, además de conocer el mercado inmobiliario, es necesario que tengas las habilidades emocionales necesarias para lidiar con las personas que rentaran tu espacio.
Como puedes ver, el mundo inmobiliario es muy flexible cuando de invertir se trata. Ahora te toca encontrar el método que más te funcione y aplicarlo. Si requieres algún tipo de apoyo, no dudes en contactarnos.