Un crédito hipotecario es un préstamo que el banco otorga a las personas para que puedan llevar a cabo algún proyecto inmobiliario. A cambio, el banco toma esa propiedad como garantía hasta que se liquida.
Puede ser útil, por ejemplo, para alguien que en lugar de pagar una renta prefiere pagar a plazos la construcción de una casa. También puede servir para comprar o remodelar un inmueble.
Por el tipo de compromiso que implica, esta decisión debe tomarse después de una evaluación de tus finanzas personales y de las condiciones del préstamo, como su tasa de interés. Es recomendable que el pago mensual no exceda el 30% de tus ingresos.
Considera que con un crédito a largo plazo acabarás pagando más de lo que pagarías al contado. Y que el incumplimiento de los pagos implica penalizaciones. Así que tómate tu tiempo para pensarlo y considerar opciones.