La bioconstrucción es una corriente arquitectónica que integra los inmuebles a su entorno con el menor impacto ambiental posible. Parte de la idea de que habitamos un mundo interconectado en el que una acción puede tener muchos efectos en nuestra vida y la de los demás. Conscientes de esto, los bioconstructores planifican con una visión a largo plazo que incluye a las generaciones venideras de humanos y animales.
Los cuatro pilares fundamentales de la bioconstrucción son:
En estos proyectos suelen llevarse a cabo estudios de los recursos naturales del lugar, que se contrastan con las necesidades de la vivienda para determinar cuáles serán útiles para construirla. También se toman en cuenta para determinar la mejor fuente de energía renovable, como la geotérmica, la hidráulica o eólica.
La bioconstrucción es un ejemplo de las distintas propuestas arquitectónicas que han surgido últimamente, como respuesta a la preocupación por el medio ambiente que se ha agudizado en los últimos años. Será interesante ver qué tipo de cambios traen estas tendencias al mercado inmobiliario en el futuro.