Ya sea que necesites vender tu casa rápidamente por un nuevo trabajo, por razones financieras o por una situación personal, hay algunas tácticas que puedes usar para aumentar la comerciabilidad de tu hogar y disminuir su tiempo en el mercado.
Haz que el interior de tu casa sea lo más atractivo posible. Para ello, guarda en una bodega las pertenencias adicionales o los muebles que hagan que las habitaciones se vean abarrotadas o desordenadas. Incluye también las pertenencias personales, como las fotos familiares, los artículos religiosos, o cualquier otro objeto que distraiga a los compradores y eviten que se imaginen viviendo en la casa.
Si tu objetivo es vender rápido, es importante ser lo más complaciente posible con las solicitudes de exhibición. Si no te adaptas a los horarios de los compradores, corres el riesgo de permanecer en el mercado durante mucho tiempo.
Vender a un precio alto aplazará significativamente el tiempo de venta y, en última instancia, es posible que termines vendiendo a un precio más bajo de todas formas. Puedes incluso fijar el precio de tu casa un poco más bajo que las casas similares en la zona para aumentar el interés y provocar una guerra de ofertas. Sin embargo, la efectividad de esta estrategia depende del estado del mercado local.
Si bien no tienes tiempo para renovaciones importantes, es importante que te ocupes de los desperfectos sencillos que podrían disuadir a los compradores potenciales:
Puede parecer más rápido (y más barato) tomar las fotos con un celular, pero las imágenes de baja calidad aumentan las probabilidades de que la casa se tarde más en vender. Debido a la gran oferta inmobiliaria en internet, tener fotos de calidad es indispensable para llamar la atención de los compradores potenciales.