Los remates bancarios ocurren cuando una persona no cumple con los pagos de su crédito hipotecario y un banco toma posesión sobre los derechos de la propiedad para liquidar la deuda y recuperar la inversión. Para ello, se inicia un proceso judicial que pone el inmueble a disposición de un juzgado que eventualmente lo vende a algún interesado que, para participar, necesita tener un billete tramitado por el Banco del Bienestar.
Las propiedades que se venden de esta forma suelen tener muy buenos precios, ya que es posible conseguir hasta el 40% de descuento sobre el valor de un inmueble. Sin embargo, es necesario hacer algunos gastos extra relacionados con el juicio, que puede extenderse hasta dos años.
Por su atractivo, este tipo de venta se ha prestado a fraudes que se aprovechan de la falta de información de las personas. Por ese motivo, te compartimos algunos consejos para que no caigas en ellos:
Debes considerar que los remates bancarios son inversiones no exentas de riesgo. Por eso, antes de involucrarte en un proceso de compraventa de este tipo te recomendamos que te asesores con un abogado y con algún profesional en bienes raíces. Nosotros podemos ayudarte.