Construir una casa es tardado y difícil. Pero si se hace de la manera correcta, puede transformar nuestras vidas.
Si vas a pasar por ese proceso, te dejo unos cuantos consejos para que sea lo más ameno posible:
- Haz un presupuesto: determina cuál es tu límite. Luego haz un cálculo de gastos que incluya impuestos, costos de materiales y sueldos. Guarda una parte extra para cualquier imprevisto, porque los habrá.
- Ten un plan: crea un archivo que incluya notas y fotografías de referencia. Considera desde el inicio el tamaño del hogar, los espacios exteriores y la distribución de las espacios. También toma en cuenta el tipo de vida que llevas y tus hábitos.
- Piensa en la zona: ¿es un lugar seguro? ¿está cerca de espacios públicos? ¿tiene acceso a medios de transporte? ¿está cerca de entornos corporativos? La respuesta a estas preguntas va a afectar tu día a día cuando vivas ahí.
- Investiga a los contratistas: no todos los profesionistas tienen la capacidad ni la integridad moral para acompañarte en este proceso. Tómate tu tiempo, investiga sus trabajos anteriores y, si puedes, pídele consejos a algún especialista ajeno al proyecto. Y, por supuesto, a gente de confianza que ya pasó por lo mismo.
- Supervisa: si quieres que las cosas se hagan en tiempo y forma, necesitas estar presente y pedirle a los contratistas que rindan cuentas, siempre con respeto y empatía. El objetivo es contagiarle tu compromiso a los trabajadores, no estresarlos.
Puede sonar como un proceso desgastante, pero considera que será mucho más complicado hacer cambios una vez que hayas acabado la construcción. Dedícale el tiempo que merece y verás la satisfacción que te va a esta inversión de vida.
